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Inteligencia artificial en la gestión de recursos humanos

¿Sabía que la inteligencia artificial aplicada a la gestión de recursos humanos está revolucionando el sector? Con el potencial que ofrece esta tecnología de vanguardia las empresas ahora pueden optimizar sus procesos de selección y contratación, gestión de talento y desarrollo del personal de una manera más eficaz y eficiente que nunca. Desde la automatización de tareas rutinarias hasta la identificación de candidatos potenciales, la inteligencia artificial está cambiando la forma en que las organizaciones atraen, seleccionan y retienen su talento más valioso.

Inteligencia artificial y RRHH

La inteligencia artificial aplicada en recursos humanos permite ya que algoritmos avanzados analicen grandes volúmenes de datos (Big Data) en cuestión de segundos, ofreciendo información procesable e insights estratégicos para mejorar la toma de decisiones en materia de personal. Esto no sólo agiliza los procesos, sino que también reduce los errores y permite una gestión más precisa y personalizada del departamento de RRHH.

En este artículo veremos el impacto de la inteligencia artificial en los recursos humanos y cómo las organizaciones, públicas y privadas, pueden aprovechar esta tecnología innovadora para maximizar la productividad, la motivación laboral y el potencial de su capital más importante: las personas.

Aplicar la inteligencia artificial a los recursos humanos

La idea de hacer trabajar juntos inteligencia artificial y recursos humanos no es cuestión baladí. Es un ámbito realmente complicado en toda organización, pues supone tratar con la subjetividad, las motivaciones y los sentimientos humanos. Y no perdamos de vista que la gestión de personas es un área central en el éxito de una organización: las personas son su verdadero cerebro y músculo.

Los sesgos en el reclutamiento y la selección, así como en los procesos de evaluación del desempeño, son un gran límite para el éxito de esas áreas de los recursos humanos. Los algoritmos, el machine learning y el big data podrían ayudar enormemente en esta titánica labor.

Respecto a la selección de candidatos y, por tanto, a la hora de conocer su desempeño futuro (predicción del desempeño) la inteligencia artificial ya está ofreciendo unos resultados asombrosos. Por ejemplo, IBM Watson se está utilizando no solo en esta tarea sino de forma más general para atraer, retener y evaluar el talento.

Beneficios del uso de la inteligencia artificial en RRHH

La adopción de la inteligencia artificial en recursos humanos ofrece una amplia variedad de beneficios para las organizaciones, y cada vez se están encontrando más gracias al imparable desarrollo de esta tecnología algorítmica. A continuación expongo algunos de los principales beneficios:

1. Mayor eficiencia: Esta es, en suma, la finalidad última del uso de la IA. Automatiza tareas y nos ahorra tiempo, permitiendo que los profesionales de recursos humanos se centre en actividades más estratégicas y de valor añadido.

2. Toma de decisiones basada en datos: Los algoritmos avanzados y el aprendizaje automático permiten el análisis rápido y preciso de grandes volúmenes de datos, lo que brinda información valiosa para la toma de decisiones de recursos humanos. La IA se basa en probabilidad, y gracias a ella puede decirnos con qué grado de certeza podemos tomar ciertas decisiones. En determinados ámbitos podríamos, incluso, dejar que la IA tome las decisiones por sí misma. Eso sí, habrá que establecer los mecanismos de seguridad necesarios para que dichas decisiones no perjudiquen los derechos de los trabajadores ni se cometan sesgos.

Sobre este tema hablo más abajo.

3. Selección de candidatos más precisa: La inteligencia artificial puede analizar currículums y perfiles de candidatos en función de requisitos específicos, identificando a los candidatos más adecuados para un puesto de trabajo. Esto ahorra tiempo y mejora la calidad de las contrataciones.

4. Personalización: La inteligencia artificial permite la personalización de la experiencia del empleado, adaptando el contenido y la formación a las necesidades y preferencias individuales.

5. Mejora continua: Los sistemas de inteligencia artificial pueden aprender y mejorar con el tiempo, lo que permite una evolución constante en la gestión de recursos humanos.

Inteligencia artificial y productividad

Hace tiempo leía la noticia sobre un sistema de inteligencia artificial (IA) llamado Cogito, aplicado a los centros de atención al cliente o call center, que asesoraba en tiempo real al empleado a lo largo de cada llamada telefónica con un cliente. El sistema escucha la conversación y va dando consejos al trabajador. Así, si habla muy rápido o muy despacio se lo indica diciéndole que cambie el ritmo. Si lo nota algo somnoliento o cansado le muestra la imagen de una taza de café para que espabile.

Al tiempo que se produce cada llamada en el servicio de atención al cliente los datos se muestran en la pantalla del supervisor, que incluso sabe si el empleado ha minimizado la aplicación. Cogito se ha convertido, pues, en un asesor personal a la vez que en un supervisor/chivato sobre el desempeño profesional.

Al final de la conversación el sistema guarda toda esta información en una base de datos y ofrece estadísticas sobre el desempeño de cada trabajador, lo que servirá para evaluarle y mejorar su eficiencia.

El sistema Cogito ofrece una retroalimentación fabulosa al trabajador sobre su desempeño. Le da información útil en tiempo real, con lo que puede ir mejorando a cada instante, centrando sus esfuerzos en las áreas de mejora que le va indicando el algoritmo. Los resultados de su evaluación serán -así- mucho mejores gracias a ese feedback constante.

Se trata, en fin, de un modelo de aplicación de la IA a los RRHH que da qué pensar si realmente ayuda o nos convierte en esclavo de la tecnología.

Aplicaciones de la inteligencia artificial para selección de personal

El uso de la inteligencia artificial en selección de personal es una de las áreas en las que ha tenido un impacto muy significativo. Me gustaría señalar las 4 aplicaciones más comunes en este campo:

1. Creación de exámenes tipo test: Puedo decir por experiencia, que crear las preguntas para un examen tipo test resulta de lo más tedioso. Afortunadamente, he comprobado que la IA nos puede ayudar. si ir más lejos, tanto ChatGPT como Bing ayudan, aunque a veces se equivocan.

2. Análisis de currículos: Los sistemas de inteligencia artificial pueden analizar rápidamente grandes cantidades de currículums y extraer la información relevante, como experiencia laboral, habilidades y logros, filtrando los candidatos que no cumplen con los requisitos. Esto permite una evaluación más eficiente de los candidatos y una selección más precisa y rápida.

3. Entrevistas virtuales: La IA ha facilitado la realización de entrevistas virtuales a través de chatbots o sistemas de videoconferencia. Estas entrevistas pueden ser grabadas y analizadas posteriormente para una evaluación más objetiva de los candidatos. Deben tenerse en cuenta los límites que está estudiando la nueva Ley de IA de la Unión Europea sobre captación de micro-expresiones y los sesgos que se pueden dar en el modelo de entrenamiento que utilicen estos sistemas.

4. Evaluación de habilidades y méritos: Además de las conclusiones y calificaciones que obtenga los entrevistadores virtuales, la IA también puede evaluar las habilidades de los candidatos a través de pruebas y ejercicios en línea, proporcionando una evaluación más objetiva y precisa.

Por mi parte, he realizado pruebas mediante las que, aportando una relación de méritos y dando los criterios a la IA era capaz realizar una valoración. No obstante, siempre hay que recordar que para que un modelo de IA funcione en alguna tarea específica es necesario entrenarlo y especializarlo en esta.

Efectos de la inteligencia artificial en la gestión de personas

Estos sistemas, bien utilizados, son una herramienta estupenda para motivar y mejorar la conducta profesional. Si se hacen amigables y la interacción con el humano se convierte en cercana -algo así como los robots asesores o de compañía, pero a nivel laboral- la relación se tornará mucho más óptima. El trabajador se mostrará más dispuesto a interactuar con la IA y a aceptar sus consejos y seguimiento, con lo que esta se convertirá en un verdadero compañero y asesor en tiempo real.

Sin embargo, si el sistema se percibe como un algoritmo exclusivamente de control, como un jefe que está constantemente tras nosotros, los resultados pueden ser contraproducentes. A las personas nos gusta la autonomía en el trabajo, y es esencial que las organizaciones se la ofrezcan a sus trabajadores. Tanto control por una inteligencia artificial puede suponer que la motivación caiga drásticamente y podríamos volver al sistema de cadena de montaje y control del empleado propugnado por Frederick Taylor. Deshumanizar a la persona, controlar hasta el último minuto de su desempeño, puede tener consecuencias no deseadas, contraproducentes.

Por su parte, el borrador de la Ley de inteligencia artificial de la UE prevé una serie de riesgos y prohibiciones en su uso, que podría afectar su aplicación en la gestión de personas. Puede ver mi comentario de la norma en el enlace anterior.

Mayor autonomía para el empleado público

Se podría alegar que el tiempo que se pasa en la oficina es tiempo a disposición del empresario, y por ello nos paga. Es cierto, el control es normal, desde el sistema de fichaje horario hasta la supervisión de la conducta profesional ante el usuario o la mejora de la eficiencia en los resultados. Las empresas y las Administraciones quieren resultados por el salario que pagan.

No obstante, habrá que tener mucho cuidado con el nivel de control que se le da a la inteligencia artificial en la gestión de personas. No es lo mismo que los algoritmos intervengan en mejorar procesos o realizar tareas aburridas, que aplicarlos sobre el trabajo de las personas, susceptibles a los cambios y al control excesivo. La motivación laboral y hasta la felicidad en el trabajo son importantes dentro de la cultura organizacional, y podrían verse perjudicadas. Un ambiente agradable dentro del rigor de servir al ciudadano/cliente es importante y la IA puede ser un arma de doble filo.

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APLICACIONES DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LAS ENTIDADES LOCALES

Analítica basada en IA para la toma de decisiones en RRHH

La toma de decisiones de recursos humanos se beneficia enormemente del análisis basado en inteligencia artificial. Los algoritmos avanzados y el aprendizaje automático permiten el análisis rápido y preciso de grandes volúmenes de datos, brindando información valiosa para la toma de decisiones estratégicas. Estas son algunas de las aplicaciones del análisis basado en inteligencia artificial en recursos humanos:

1. Previsión de necesidades de personal: La inteligencia artificial puede analizar datos históricos y tendencias para predecir las necesidades futuras de personal, lo que facilita la planificación de la fuerza laboral.

2. Análisis de desempeño y retención: La inteligencia artificial puede analizar el desempeño y los datos de los empleados para identificar patrones y factores que influyen en la retención del talento, lo que permite implementar medidas preventivas para reducir la rotación, el absentismo o, incluso, el abandono de la organización.

3. Análisis de la diversidad y la inclusión: La IA puede analizar los datos demográficos y de diversidad de los empleados para identificar desequilibrios y brechas, lo que ayuda a implementar estrategias más inclusivas y equitativas.

4. Optimización de la fuerza laboral: con algoritmos de IA podemos analizar la asignación de tareas, la carga de trabajo y la disponibilidad de habilidades para optimizar la distribución de la fuerza laboral y mejorar la eficiencia.

Consideraciones éticas en la implementación de la IA en RRHH

Aunque la inteligencia artificial ofrece una serie de beneficios para la gestión de recursos humanos, también plantea desafíos éticos y consideraciones importantes. Algunas de las consideraciones éticas más relevantes son las siguientes:

1. Sesgo algorítmico: Los algoritmos pueden reflejar sesgos inherentes a los datos utilizados para entrenarlos, lo que puede resultar en decisiones discriminatorias o injustas. Es importante garantizar la equidad y la imparcialidad en la implementación de la inteligencia artificial.

En este sentido, se aprobó en España la Ley 15/2022, integral para la igualdad de trato y la no discriminación, que aborda estos límites al uso de los algoritmos en el entorno laboral.

2. Privacidad y protección de datos: La inteligencia artificial requiere el acceso a grandes volúmenes de datos personales, lo que plantea preocupaciones sobre la privacidad y la protección de datos, como se dijo. Las organizaciones deben garantizar el cumplimiento de las regulaciones de protección de datos y adoptar medidas para proteger la privacidad de los empleados. en tal sentido, recordamos que la futura Ley de IA de la UE trabaja en estos aspectos.

3. Transparencia y explicabilidad: Los sistemas de inteligencia artificial a menudo son cajas negras (por sus capas ocultas), lo que significa que sus decisiones y procesos no son fácilmente explicables. Es importante garantizar la transparencia y la explicabilidad de los sistemas de inteligencia artificial para garantizar la confianza y el entendimiento.

4. Impacto en el empleo: La implementación de la inteligencia artificial puede tener un impacto en los empleos existentes, ya que muchas tareas pueden ser automatizadas y se perderán puestos de trabajo, si bien es cierto que aparecerán otros (analistas de Big data, prompt engineering…). Es importante considerar y gestionar el impacto en los empleados y brindar oportunidades de formación y reasignación.

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¿Podría la inteligencia artificial gobernar mejor que los políticos?

La Inteligencia artificial no deja de sorprender por los ámbitos en los que está dando resultados sorprendente. Ayuda a personas y organizaciones a tomar mejores decisiones. Por esto mismo se ha planteado si una inteligencia artificial podría gobernar mejor que los políticos, sobre todo si tenemos en cuenta cómo lo están haciendo últimamente. Ya se han realizado experiencias al respecto. Incluso en Japón una IA se presentó a una alcaldía.

Inteligencia artificial en la toma de decisiones políticas

El título de este apartado bien podría haber sido «una inteligencia artificial para gobernarlos a todos», parafraseando a «El Señor de los anillos». Y esto viene a cuento por los interesantes resultados de la encuesta European Tech Insights 2019, realizada por el «Center for the Governance of Change» de la Universidad internacional IE University, ubicada en la no menos internacional Segovia.

La IA se ha convertido en el gran concepto disruptivo (se ha puesto de moda la palabreja. Habrá que usarla) del momento. Afecta y afectará a casi todos los sectores, desde la medicina hasta la industria y los servicios.

La utilización de robots e inteligencia artificial va a suponer también profundos cambios en el empleo y la toma de decisiones. Y precisamente el estudio European Tech Insights 2019 refleja la preocupación y esperanzas de los ciudadanos al respecto.

El 25% de los ciudadanos prefiere que gobierne una Inteligencia artificial

La encuesta, realizada entre ciudadanos de ocho países europeos, incluida España, refleja el descontento generalizado con los políticos y la consecuente pérdida de confianza en las élites gobernantes. Con esto que se llega a entender que el 25% de los encuestados prefiera, dado el caso, que una IA les gobierne. Este porcentaje medio varía entre un 43% en Holanda y un 19% en Portugal, siendo del 26% en España.

Ahora bien, la encuesta también refleja las reticencias por la utilización y más que posible invasión de robots y algoritmos en el entorno laboral, que hace peligrar los trabajos. No obstante, los encuestados también son conscientes de sus ventajas en ciertas tareas. De ahí que entre un 67 y un 75% apoyaría políticas dirigidas a gravar con tributos su utilización en las empresas, o su uso limitado a trabajos peligrosos e insalubres. También se preferiría que los gobiernos limitaran los empleos donde podrían utilizarse las máquinas.

Ventajas de una Inteligencia artificial política

La idea de utilizar la IA para adoptar decisiones políticas no parece del todo descabellada, aunque con matices. Obviamente, contaría con ventajas e inconvenientes, algunos de los cuales me gustaría apuntar. Como problema de base hay que considerar los errores que cometen los políticos en la toma de decisiones, primero por ser humanos y también por tener, en ocasiones (quizás demasiadas), ciertos intereses desconectados realmente del interés general. La aplicación de la inteligencia artificial sería una oportunidad para aislar esa toma de decisiones de las posibles desviaciones de poder.

La IA quedaría libre de las subjetividades humanas y sus decisiones partirían de algoritmos que tuviesen en cuenta datos y criterios más objetivos de interés general. Podría dirigir sus esfuerzos a resolver el problema de que se trate con un conocimiento más amplio de la situación y sus variables.

Machine learning a partir de big data para la toma de decisiones

Uno de los aspectos que están influyendo grandemente en la aplicación de la IA son las posibilidades que ofrece para gestionar ingentes cantidades de datos; el llamado big data. Partiendo de cientos de miles de esos datos y mediante aprendizaje supervisado o no supervisado, los algoritmos de machine learning pueden extraer conclusiones y tomar decisiones. Todo ello ofrece más probabilidad de éxito que de otro modo no sería posible o costaría mucho trabajo alcanzar con parecido grado de efectividad.

No olvidemos que la toma de decisiones, sean o no políticas, las realice una persona o una máquina, se basa realmente en la realización de predicciones a partir de datos; también en contar con la mayor información posible sobre el problema y las cuestiones a él conectadas, los afectados, así como en cuanto a las implicaciones derivadas. Con toda esta información se decide en función de la mayor probabilidad de éxito que tenga una determinada acción.

Si se quiere acertar, al menos con una mayor probabilidad, a la hora de poner en práctica políticas públicas o solucionar problemas sociales, tal cantidad de parámetros puede sobrepasar la capacidad humana. Aquí entra en escena la inteligencia artificial, que puede conocer todos los antecedentes y las consecuencias de todas la decisiones y situaciones iguales o similares sucedidas anteriormente, aprendiendo de ellas, y tener en cuenta, como digo, todos los datos.

Las políticas públicas requieren gestionar muchos datos

En la práctica, por muy elaborada que sea una política pública o muy bien preparado que esté un expediente para decidir en el ámbito político, siempre existirán aspectos que se quedarán fuera. La gestión pública es cada vez más compleja; hay muchos participantes e intereses en juego, y cuanta más alto sea el grado de responsabilidad más complicado se vuelve el proceso de decisión.

Por tanto, la capacidad de cálculo, la cantidad de datos que puede procesar la inteligencia artificial, así como la posibilidad de evitar los sesgos humanos llevan a dar la razón a ese 25% de personas que preferiría que gobernase una IA.

Algunos casos de uso de la inteligencia artificial en la toma de decisiones

A pesar de lo novedoso que nos puede parecer todo esto ya se están probando e implantando sistema de IA que ayudan a la toma de decisiones, realizan tareas automatizadas o incluso que van más allá resolviendo expedientes, tomando esas decisiones.

En el entorno privado recordemos la actual implantación de sistemas de inteligencia artificial en la Abogacía, tanto para toma de decisiones como para automatización de tareas repetitivas.

En el ámbito público me llamó la atención la aplicación de sistemas inteligentes en la Administración de Justicia de EE.UU., donde la IA ya dicta sentencias, e incluso envía personas a la cárcel. Se trata, ciertamente de un tema muy delicado y que plantea muchas dudas, pero ahí está, en desarrollo.

La Policía Nacional ya utiliza en algunas de sus comisarías un algoritmo que detecta denuncias falsas a través de machine learning, que se han reducido hasta en un 40%. No se trata de un proceso puro de toma de decisiones sino de un modelo que detecta los casos en que muy probablemente se da una denuncia falsa y ayuda a tomar la decisión correspondiente.

La IA ya toma decisiones judiciales en EE.UU.
La IA ya toma decisiones judiciales en EE.UU.

Inteligencia artificial y Administración Pública

Además de la política, la Administración Pública también se puede beneficiar de la IA en la toma de decisiones. Y sería más fácil de implantar en el ámbito más técnico-administrativo. Por ejemplo, a la hora de resolver solicitudes en las que los requisitos están tasados, son objetivos; previa una simple comprobación se puede adoptar la decisión. Esto resulta muy fácil gracias a la informática, las bases de datos y la interoperabilidad, por la que las Administraciones pueden consultar e intercambiar datos y metadatos en diversos registros .

Pongamos por caso la bonificación en el Impuesto sobre vehículos para los híbridos eléctricos. Los datos que necesitamos básicos son la matrícula y si se trata, efectivamente, de este tipo de vehículo. El interesado realiza su solicitud, aporta la matrícula, y la IA busca en el registro de la DGT la titularidad y que el vehículo es híbrido, comprobando que el campo categoría eléctrica tiene el código HEV. Con ello puede resolver incluso sin intervención humana, creando el Decreto, plasmando las correspondientes firmas electrónicas (previamente se ha aprobado que la IA las utilice), registrando e imprimiendo la notificación, o avisando al funcionario que ya está todo listo para que la imprima y envíe al destinatario.

Al fin y al cabo se trata de la automatización de procesos mediante algoritmos. Lo que hasta ahora hace una persona comprobando datos, desde ahora lo realiza la IA. Una vez se conoce la eficacia del sistema no hay problema en que se le habilite que plasme las firmas electrónicas, como ya se hace con otras escaneadas.

Desventajas de una inteligencia artificial política

La primera desventaja que veo a todo esto es que no creo que a los políticos les guste perder ese poder de decisión que tienen y que caracteriza nuestro sistema político. Que una máquina nos gobierne y tome decisiones por nosotros aún causa temor y pasarán años antes de que veamos algún caso. Otra cosa es que se utilice como en otros ámbitos, que ayude aportando su propuesta, que sería supervisada por humanos, que tomarían la decisión final.

Una desventaja más a tener en cuenta es quién programa la IA. Al fin y a la postre serán humanos, informáticos que plasmen los criterios legales, técnicos y políticos necesarios para el funcionamiento del sistema. Y donde hay intervención humana siempre habrá posibilidad de sesgos y errores de programación de los algoritmos.

Si bien tendemos a confiar en los ordenadores y pensamos que estos no se equivocan, pueden darse esos problemas. Recordemos el caso del reclutador de Amazon, que discriminaba a las mujeres a la hora de contratar personal porque sus programadores eran hombres y aplicaban determinados sesgos.

El peligro de una IA que «piense» por sí misma

También da qué pensar las posibilidades de que la inteligencia artificial en política comience a tomar «sus propias decisiones», que aprenda por sí sola. Recordemos casos reales como la IA de Microsoft que se volvió racista y xenófoba. O la IA de Facebook que había inventado su propio lenguaje, desconocido para los propios programadores.

Imaginemos que a partir de los temores apuntados por los ciudadanos en la encuesta que da pie a esta ya larga entrada se decide legislar para limitar el uso de la IA o gravarla con impuestos. ¿Nos fiaríamos de que otra IA tome la decisión más adecuada?

Y para terminar, pero no menos importante, la toma de decisiones ¿debería basarse solo en datos o habrían de tenerse en cuenta también factores más subjetivos? La adopción de resoluciones y acuerdos en política tiene, o debe tener, un componente más humano. Sus implicaciones en la sociedad o en determinados colectivos son, quizás, cuestiones que una IA no sepa vislumbrar por la propia complejidad de nuestro modelo social y político, e incluso geopolítico. ¿Sería aquí donde entra en juego la intervención del político para considerar esas implicaciones junto con la propuesta de la IA? ¿anularía el juicio de la IA el hecho de no tener en cuenta factores subjetivos?

Para finalizar, apuntar simplemente las implicaciones que el uso de estos sistemas tendrían en el sistema democrático. Si decide una IA, o incluso si se decide con base en predicciones de la IA, ¿cómo se elaboran los programas electorales o las políticas públicas ante la incertidumbre de lo que aquella pueda decir en cada momento y caso?

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